

Oratoria: “La ética es fundamental”
Así lo considera el doctor Miguel Ángel Duarte, un especialista en “el arte de hablar en público con elocuencia”.
La oratoria nació en Sicilia; pero se desarrolló fundamentalmente en la antigua Grecia, donde fue considerada un instrumento para alcanzar prestigio y poder político. Su propósito puede ir desde transmitir información hasta motivar a la gente para que actúe.
Para profundizar en el tema, consultamos al profesor doctor Miguel Ángel Duarte, quien precisó que oratoria refiere al “arte de hablar en público, o el arte de hablar con elocuencia”.
Si bien hay un “estilo clásico” que implica el “cuidado de las palabras y la expresión oral, principalmente”; en la actualidad, además, se consideran “cuestiones como la comunicación no verbal; los gestos, el manejo del espacio, la imagen”.
En este sentido, el especialista advirtió que “aproximadamente el 93 por ciento de nuestra comunicación o del impacto de nuestra comunicación, es no verbal. Es decir, lo paralingüístico, y no necesariamente lo que decimos”.
Por ello, “hoy en la oratoria se abren escenarios, estrategias, técnicas a distintas disciplinas, a distintas miradas”. Y explicó: “Puedo comenzar siendo sumamente débil a la hora de hablar en público; pero si sigo un proceso, si observo, si realmente desarrollo una gestión en torno a mi posición oral, seguramente en cierto tiempo -para algunos menos, para otros más-, puedo cambiar totalmente”.
PARA TODOS. Hay cuatro áreas laborales donde la oratoria resulta muy importante: la política, la justicia, las ventas y la educación. Sin embargo, Duarte puntualizó que “hoy son muy pocos los ámbitos en los cuales no sea necesario utilizarla. Y esto lo he comprobado en capacitaciones que he dado en distintos lugares, con gente de todas las profesiones, edades y niveles sociales”.
Señaló que en principio se debe vencer el miedo que genera “hablar en público”; pero eso es “parte de estos procesos, o de estos desarrollos personales que son entrenamientos”, y aconsejó hacer dos talleres-capacitaciones anuales, para trabajar en los detalles que emergen.
“El director ruso Stanislavski que decía: ‘Hay que convertir lo difícil en habitual, lo habitual en fácil, lo fácil en bello’; me gusta esa frase porque aun quien está acostumbrado a hablar en público va a tener fallas. Se trata de comunicación humana, hay interlocutores, y cada uno está en una determinada situación, así que puede haber debilidades”.
A partir de su observación, “hay dos o tres cositas que se presentan como dificultades para la mayoría. Una es el primer contacto con el público; donde surge el temor, ‘me miran’, ‘qué está pasando’. Otra, que suele ser graciosa en las capacitaciones, es ‘¿qué hago con las manos?’, ‘¿dónde las pongo?’. Y después la respiración, ‘cómo hago para que no me tiemble la voz, para no quedarme sin voz’. A medida que vamos avanzando, vemos que una preocupación que no está bien marcada es cómo me manejo en el espacio, ‘¿dónde me paro?’. Generalmente, a menor experiencia, la posición que toman los que disertan suele ser más periférica; con la práctica, van al lugar central del poder comunicacional”.
CONMOVER SIN MANIPULAR. A juicio de Duarte, la ética es fundamental, “porque si bien en el proceso de entrenamiento tengo que adquirir hábitos, que al principio no tenía, a medida que los incorporo se van convirtiendo en propios; incluso al internalizar un movimiento, puede que salga otro que es sumamente mío. Cuando digo movimiento me refiero tanto al caminar, como las pausas al hablar”.
Apeló al deporte para ejemplificar: “El tenista, cuando sabe sacar, sigue haciendo saques, se entrena. Al principio no tenía un movimiento con estilo; pero llega un momento que lo hace tan bien, que además le pone su estilo propio.
“En esto pasa lo mismo: se suele impostar en algún momento, el movimiento, las posturas; esto no quiere decir que uno mienta su posición ante los demás, sino que se está entrenando. Por eso es clave la ética, porque no se trata de manipular, no se trata de mentir, sino de decir una verdad dependiendo a qué se dedique cada uno. Eso ha generado discusiones intensas; pero me parece que es clave”.
CRISTINA FERNÁNDEZ-MAURICIO MACRI.
Al analizar las exposiciones de Cristina Fernández y Mauricio Macri, el profesor previno: “Más allá de los posicionamientos que tienen ambos líderes, los ciudadanos se dividen a favor o en contra de manera tajante. Cada vez que se entra en esos terrenos, hay una fuerte negatividad en la recepción de las evaluaciones, opiniones, etc.”. Y aclaró que “acá estamos hablando del método que utilizan para hablar en público”.
Dicho esto, “creo que Cristina ha demostrado durante toda su carrera que es una muy buena oradora, sobre todo con los criterios temporales de los años 80-90”. Ella expone “prácticamente sin leer. Con un desarrollo argumentativo muy fuerte y una matriz ideológica muy marcada; lo que hace que sus discursos deban ser escuchados”.
En tanto Mauricio Macri “ha aprendido mucho, si lo vemos 15-20 años atrás, era muy débil su oratoria, y ha mejorado en el campo de lo emocional”. El actual mandatario estaría más acorde a una época donde “los tiempos, para quienes hablan en público, son mucho más cortos”, y resulta “más potente un discurso de siete minutos que uno de cincuenta”.
En síntesis, “los discursos son marcadamente diferentes; el de Mauricio Macri me parece menos argumentativo, menos programático, cargado de una cierta esperanza, de un armado más colorido. Recurriendo a ese aspecto emocional del ciudadano que hace que crea, confíe y tenga esperanzas”.
PARA LOS INTERESADOS. El doctor Duarte brinda talleres de Programación Neurolingüística, “donde utilizamos la comunicación no verbal, como habilidad para el desarrollo personal y el trabajo en equipo. En esto último, es impresionante la cantidad de gente que tiene expectativas puestas en la oratoria como tema central”. Insistió que “el lenguaje es clave” para construir afirmaciones y actitudes positivas.